Después
de 4 semanas de descanso y adaptación a la vida en Alemania vuelvo a a la
carga. Digo descanso, mejor hubiera dicho algo menos de intensidad y algo menos
de cantidad. Porque tres veces a la semana correr entre 8 y 10km a 4’30 no es
precisamente descansar. Al menos he conseguido darles un suspiro a las piernas
y la máquina también ha podido recuperarse. Ha sido todo mucho más fácil en una
climatología donde apenas hemos superado los 20 grados, en un entorno bastante refrescante y sobre carriles del bosque.
También
he aprovechado para acostumbrarme a unas nuevas zapatillas que me van a
acompañar al menos hasta finales del año en los entrenamientos. Unas Adizero
Boston 3. En el fondo son zapatillas de competición para corredores rápidos en
distancias como la media o la maratón. Por tanto no tienen demasiada
amortiguación pero lo suficiente, y me sirven de maravilla para los
entrenamientos a media velocidad (4’00-4’30). Un 10k a 4’05 será un auténtico
placer porque lo harán las zapatillas casi por sí solas.
Ayudan un montón a correr más de puntillas todavía y utilizar menos el talón. Pero su gran ventaja comparadas con otras voladoras que conozco es que no te castigan si corres de talón (por ejemplo durante los descansos de un fartlek). Lo que hacen es que a mayor velocidad todo el movimiento y el impulso con el pie sean mucho más dinámicos y al mismo tiempo apenas te cargan la musculatura. Hay mayor sensación de ligerez pero también de comodidad y relax a 4'10 que a 5'10. Es sorprendente!
Ayudan un montón a correr más de puntillas todavía y utilizar menos el talón. Pero su gran ventaja comparadas con otras voladoras que conozco es que no te castigan si corres de talón (por ejemplo durante los descansos de un fartlek). Lo que hacen es que a mayor velocidad todo el movimiento y el impulso con el pie sean mucho más dinámicos y al mismo tiempo apenas te cargan la musculatura. Hay mayor sensación de ligerez pero también de comodidad y relax a 4'10 que a 5'10. Es sorprendente!
El
domingo tuvieron además la oportunidad para estrenarse en una competición. Una
carrera de 10k en el pueblo al lado, un sube y baja, sobre carriles del bosque,
en una zona por donde suelo entrenar. El fin de semana anterior había hecho un
reconocimiento del recorrido y estaban en muy buen estado los carriles. El
domingo por la lluvia de los últimos días se nos presentó un auténtico festival
de barro. En lugar de una carrera bonita y asequible una verdadera batalla. Un
cross de 10k, con lluvia y barro en pleno verano. Al menos lo llaman así, todo el mes de junio ha sido más bien como una típica Semana Santa en Málaga, con pocos días sólo de sol, la mayoría con sol y lluvia alternándose, y unos pocos sólo de nubes y lluvia sin que se mostrase el sol durante todo el día.
Tenía
previsto correr la carrera en plan algo reservón, para ver cómo estoy, para
divertirme no para competir. No había hecho ni una unidad debajo de 4’20 en las
últimas semanas ni tampoco corrido más de 10km seguidos. Así que pensaba que me
iban a faltar fondo y rápidez. Me equivoqué con la rápidez, pero acerté con el
fondo. La segunda parte se mi hizo bastante larga, también noté la falta de
potencia en las subidas. Lo que sí sigue intacto es la capacidad de
recuperarme. Pero también fui él con menos regularidad dentro de los 10
primeros. Empecé como décimo para después subir hasta el cuarto puesto a mitad
de carrera y después (cuando ya no tenía fondo ni fuerzas) bajar al octavo
puesto.
Aproveché
para hacer cosas que nunca suelo hacer en carreras:
- meter un sprint de 100m para cerrar huecos con el grupo delante (como los chispazos de David)
- intercambiarme con los demás si todavía merecía la pena cazar a algún escapado y animarles a trabajar juntos
- animar a todos los que me adelantaban que tirasen pa'lante
- preguntar a falta de 1km a qué ritmo íbamos y el tío realmente consultó su reloj y me contestó diciendo que a 3’50 …
Al final
a pesar de todo el cachondeo me salió un ritmo de 4’ en un circuito tan
exigente como éste (con 200m de desnivel) que no está nada mal, además corriendo durante gran parte a
la altura de gente que es capaz de hacer un 10.000 en 35min. Es un muy buen punto de
partida para la nueva temporada que empiezo esta misma semana. Pero tranquilito,
con paciencia. Primero hay que poner la base, con carreras continuas a 4’40-4’50
y sólo un fartlek como unidad algo más exigente por semana. Después ya se verá poco a poco hasta dónde seré capaz de mejorar mis
ritmos del año pasado.
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