jueves, 1 de marzo de 2012

Subida a Nagüeles

Llevaba un año esperando que llegase ese día. Pocas carreras de la temporada pasada (que fue mi primera en lo del atletismo popular) me gustaron tanto como la de Nagüeles. Una carrera peculiar que pasa totalmente desapercibida por parte de los marbellís. Empieza con una primera parte que en su mayoría transcurre en llano (aunque allí también ya se cuela alguna que otra cuesta importante), para terminar con un ascenso constante de 3km exigentes hasta la cantera de Nagüeles, con unas últimas rampas que después del esfuerzo realizado en los 6km anteriores sacan a cualquier corredor de su punto.

La estrategia la tenía muy clara: ir con los 30 primeros en el llano, o sea a buena velocidad pero a la vez intentar gastar sólo las mínimas fuerzas posibles sobre todo en los repechos. Tomarme un pequeño descansito en la primera rampa después del puente, relarjar sobre todo la cabeza y convencerme a mí mismo de que una vez superada la rampa y pasada la primera rotonda darían comienzo a una carrera nueva. Sabía que durante ese minuto habría que tener paciencia y que me tendría que retener mucho. Si en ese tramo hasta superar el primer escalón de la subida me adelantase algún que otro corredor no importaba porque sabía que el precio por esa pequeña demostración de fuerza lo pagarían muy caro en lo que nos esperaba todavía. Después era simplemente cuestión de mentalizarse para un esfuerzo continuo de 13-14min, empezar la subida a buen ritmo pero siempre con algo de margen y la idea de ir de menos a más, no sobrecargar las piernas y regular bien. Y a defenderme como sea en las últimas rampas.

Después de calentar lo justo con Juan y con Mami (que llega todavía más justo) tomo la salida sin problemas. Voy bien colocado y el ritmo en el falso llano de la feria me parece muy llevadero. Pasados los primeros 500m me pongo a contar por primera vez y tengo a unos 19-20 corredores delante. Subimos el primer repecho para desembocar en la Circunvalación y ya se nota como se va estirando el grupo. A mitad de la Circunvalación sigo por el puesto 20 con muy buenas sensaciones, a un ritmo exigente, pero con mucha cautela en los repechos y corriendo de la forma más económica posible en el llano. Tengo a Ali Beye a unos 20 seg delante, exactamente lo que tenía previsto. Miguel Martín corre a mi altura, e Ismael del San Pedro a unos 20m delante mía. Así que voy en muy buena compañía ya que son chicos que garantizan un ritmo exigente en el llano.

Pasamos por debajo del puente y veo a Ali ya meterse en la cuesta. Me saca unos 35 seg, algo menos de lo previsto. Ahora es cuestión de tomarse un pequeña respiro. Comienza la subida y hago como si no formase parte de esa carrera. No entro “a plato fijo” (como suele decir Correcaminos), bajo la velocidad mucho más que los a mi alrededor que intentan “comerse” la cuesta. Así que en esos 150m me adelantan dos corredores. Pasamos la rotonda y suaviza la pendiente, incluso bajamos unos metros. Ahora acercándonos a la Clínica Buchinger empieza la subida de verdad. Sólo 300m después de pasar la rotonda consigo recuperar los dos puestos que había perdido durante mi “descanso” sin mayor esfuerzo. Voy sorprendentemente cómodo, noto las piernas frescas y dispuestas a rendir al máximo.

Miro al reloj y sé que me esperan todavía 12-13min durísimos. Pero voy muy bien arropado por Juan Carlos del San Pedro que me acompaña desde el km 3 y que sube a muy buen ritmo para arriba. Me ha sacado unos metros durante mi “descansito” pero con más frescura en las piernas consigo reengancharme a él pasada la Clínica Buchinger Los de atrás se escuchan de cada vez más lejos. En nuestro caminos hacía arriba vamos recogiendo corredores, uno por uno, no muchos, pero lo justo para no centrarnos exclusivamente en esas rectas largas que sólo te desmoralizan. Así conseguimos distraer algo la cabeza.  

Llegamos a la altura del Parque Nagüeles, sólo queda el último tramo con unas cuestas tremendas, inhumanas. Hasta aquí todo ha ido muy bien, pero empiezo a notar el cansancio en las piernes y también empiezo a desear que eso termine ya. Mientras tanto la labor constante de mi liebre durante los últimos dos kilómetros ha hecho que nos hayamos acercado bastante a 3 corredores. Formamos casi un grupo de 5 corredores estirados en una fila de unos 25m, encabezado por Ali Beye y cerrado por mi modesta persona. Pero por mucho que me empeñe las piernas ya no dan para más, no consigo acercarme ni un milímetro más a Ali aunque veo que no lo está pasando demasiado bien. Ahora sólo es cuestión de fuerza de voluntad ya que fuerza física a estas alturas ya no nos queda a ninguno. Después de las primeras rampas las distancias otra vez se van incrementando más. Intento agarrarme como sea con uñas y dientes a Juan Carlos para por lo menos no perder el contacto con él. Es la pura fuerza de voluntad que hace que no se me vaya, aunque a ratos tengo la sensación de quedarme.


3 de los 5 llegamos a la recta final con una distancia de solo 10 metros, pero ya ni disputamos los puestos. Lo que hasta aquí se ha conseguido ha sido mérito de cada uno, fruto de un sufrimiento tremendo. Nos hemos puesto a prueba el uno al otro en estas últimas rampas, hasta límite absoluto de nuestras fuerzas. Si has sabido defender tu tipo en esas rampas, pese a unos últimos intentos de ataque de tus rivales, es porque te lo mereces. Aunque tuviese más fuerzas y más ganas sería como hacer trampa si en esos últimos metros llanos intentase quitarle el puesto a unos de los demás y a Juan Carlos ni mucho menos (aparte de que físicamente ya no soy capaz). Pasamos la línea de meta, nos damos las manos, muy agradecidos el uno al otro y así también nos lo decimos: yo a Juan Carlos por su labor generosa a lo largo de toda la subida, y él a mí por apretarle y hacer que sacase lo máximo de si mismo.

Al final quedo 16 de la general, 6º de todos los veterano y 2º de mi categoría. Sólo unos 15 segundos detrás del ganador de mi categoría, Ali Beye. Al poco tiempo también entra Juan que ocupa un estupendo puesto 24 y Mami que esta vez no sube al podio. Esta vez me toca a mí, porque esta carrera la han hecho para mí. ;)