lunes, 16 de abril de 2012

Puebla de Cazalla

Cómo conseguir dos objetivos de la temporada en una sola carrera? Apuntarse a la Carrera Morisca de la Puebla de Cazalla (10.000m), cumplir en la primera mitad el objetivo de temporada para los 5.000 (19min) y en la distancia total el objetivo para los 10.000 (40min). Super fácil, ¿verdad?


Para mi debut con la camiseta del Atletismo Cártama no tenía las mejores sensaciones. Después de tres salvajadas en tan sólo cuatro días llegué con las piernas super cargadas al último entrenamiento del viernes donde encima tres otros salvajes (Miguel Ángel, Jesús, Pedro) no me dejaron rodar tranquilamente. Ya nos pusimos a 4’30 en el primer kilómetro (sin calentamiento previo), el segundo a 4’ … y después de otros 3 kilómetros dije “Basta ya!” Bajé el ritmo, pero las piernas estaban ya super cargadas, los isquios me molestaban, sobre todo en las bajadas, y la verdad que tenía pocas esperanzas para hacer una competición en condiciones el domingo.

Pero en la carrera para mi gran sorpresa las piernas respondían más o menos bien. No estaban al 100%, pero sí dispuestos a rendir a un buen nivel. El circuito, dos vueltas de 5km por las calles del pueblo, con algún que otro repechito, varios giros de 90 grados, pero en total bastante llano y apto para sacar buenos tiempos.

Nada más tomar la salida ya me doy cuenta de que voy con más movilidad en las piernas de la que me esperaba. Rápidamente encuentro mi velocidad crucero y voy relativamente cómodo. Me extraña que David todavía no haya llegado a mi altura. Salió de unas filas más atrás y contaba con su presencia ya después de unos 200 metros. Pero la media de 3’30 en el primer kilómetro hace que se retrase algo su aparición. Hasta entonces ya he bajado un poco el ritmo, porque un 10.000 es para mí como para otros una media: hay que dosificar y pensar en lo que queda todavía por delante. Por fin aparece David después de 1,5km. Pero me dura poco su compañía, ya que al poco tiempo de pasarme empieza ya con sus típicos jueguecitos de acelerar y aflojar, algo con lo que ya me solía sacar de punto en los cross, y pienso “Paso! Voy a mi bola!” Poco a poco me va sacando metros. Al final me va a sacar 50 segundos, 5 por km.


La carrera realmente es bonita. Pasamos por muchas zonas distintas, sorprende la cantidad de gente que hay animando. Unos delante de su casa, en cualquier calle del recorrido, otros en la zona de la plaza central por donde pasamos en total 4 veces. Alucinante como las piernas empiezan a correr por sí solas cuando anima tanta gente! Cruzo la primera vez la línea de meta después de 18’52. Objetivo número uno de esta temporada conseguido: bajar de los 19’ en los 5000 (aunque no figure en ninguna clasificación oficial). Pero la carrera sigue y ya empiezo a notar como me cuesta mantener el ritmo de 3’45. Son sobre todo las piernas que me piden bajar ligeramente el ritmo, más bien como medida preventiva, para no entrar en apuros en los últimos kilómetros.

Me he quedado un poco en tierra de nadie, ya que hay una distancia de unos 40m con los que van delante y también unos 20-30m con los de atrás. Pero gracias a dios me encuentro rodeado de 3 corredores que llevan ya unos 500m corriendo más o menos a mi altura. Dos locales del Antorcha Puebla de Cazalla que iban delante pero poco a poco han ido cediendo y un veterano de Filipides que venía de atrás igual que yo. Juntos formamos un cuarteto de los que me gustan a mí. A veces tira uno, a veces otro, después de cada giro hay que recomponer el grupo porque siempre parece que el primero saca una ventaja ya casi decisiva sobre los demás, pero no dejamos escapar a nadie. Todos tenemos la misma intención: bajar lo menos posible el ritmo y para eso nos sirve de maravilla ese trabajo en equipo. Poco a poco voy perfilando una estrategia algo rata: dejar que tiren los demás, ahorrar energías y no entrar más en ese juego de “a ver quién es capaz de entrar primero en la siguiente recta”, pero a la vez estar muy atento a posibles movimientos (sobre todo en la zona de adoquines donde todo el mundo intenta subir a la acera, bajar, atajar etc.), aprovecharme de la ventaja de ir al lado de dos locales a los que parece que les conoce y les anima todo el pueblo (no veas qué empujón te dan esos ánimos también a ti aunque no te llames Juan o Carlos), aguantar así al menos hasta el kilómetro 8 y como muy tarde atacar en el kilómetro 9 y sorprender a mis rivales.


Funciona de maravilla el plan hasta el kilómetro 8,5, pero allí, poco antes de subir una pequeña rampa, se nos escapa uno de los dos locales. En 4 giros seguidos en muy poco tiempo, entre árboles y adoquines, rápidamente nos saca unos metros. Voy último del grupo, así que lo tengo más difícil todavía para llegar. Pero no hay que perder tiempo ya que ha aumentado el ritmo notablemente. Todavía no quería apretar en esa rampa que tenemos que subir después de pasar por un arco, pero no queda remedio. Noto que he gestionado bien los esfuerzos en los últimos 3 kilómetros y que las piernas siguen bastante frescas. Consigo deshacerme de los otros dos rivales con bastante facilidad y mantener la distancia con el escapado en unos 15m. Pero a falta de un kilómetro aparecen nuevas amenazas. Uno de los corredores (del Ohmio Arahal) a los que hemos recogido en los últimos kilómetros resucita y empieza a volar. También de repente me adelanta un corredor moronense del Arunci, incluso llega hasta la altura de un compañero de su club, unos 20m delante mía. Qué feo se está poniendo esto!!!

Pero gracias a dios el chispazo del Ohmio sólo ha sido algo momentáneo, el último kilómetro se le está haciendo más largo de lo esperado. A medida que él cede yo soy capaz de recuperar, engancharme a él y utilizarlo como “puente” para llegar a los dos del Morón, incluso posiblemente al escapado local del Antorcha, pero eso habrá que verlo sobre la marcha. El ritmo a falta de unos 400m es bastante alto ya, probablemente unos 3’30-3’35. Sólo queda una última rotonda, un pequeño repechito, la última curva y la recta final. Llevo el Ohmio a mi rueda agarrándose y intentando que no se le vaya, pero en el repecho meto todo lo que tengo y consigo sacarle unos metros decisivos. Ahora tengo a los del Morón a pocos metros, están llegando a la última curva ya. Si quiero adelantarles me obligan a hacerlo por el exterior de la curva, pero con el KERS que he metido consigo adelantarles también con bastante facilidad. Sólo queda el local del Antorcha pero ni una velocidad punta de 25km/h es suficiente para alcanzarlo. Entramos con el mismo tiempo, pero me falta un metro y medio.

Al final un tiempo oficial de 38’28, puesto 43 de 392, y muy contento tanto por el resultado final como por como se ha ido desarrollando la carrera. He sabido regular bien, aguantar y apretar cuando precisaba, todo en su momento. Pero la mayor recompensa después del esfuerzo son los platos de potaje, el gazpachito y las bebidas a los que el ayuntamiento nos invita a los 400 participantes y todos los acompañantes en la Caseta Municipal. Espectacular final de una carrera memorable e inmejorable. Y a partir de ahora a pensar en nuevos retos.

Por cierto, en la clasificación masculina interna del Atletismo Cártama quedé 4º de 5. Detrás de los dos galácticos, Darío (8º a 3’24) y Toni (16 a 3’32), un David muy peleón (32 a 3’45), y (todavía) por delante de un Pedro cada vez más fuerte (66 a 4’00). Vaya nivelazo!!